LA LLUVIA TAMBIÉN SABE ABRAZAR

 

No sé si tú también lo has sentido… pero este año el verano se nos escapó entre las manos. En donde yo vivo, la lluvia ha llegado temprano y parece que no tiene prisa en irse. A veces llueve tanto que el cielo se vuelve gris por días y todo parece estar en pausa. No hubo ese verano radiante y largo como los de antes, ese que te calienta la piel y te invita a soñar con tardes infinitas.

Y sin embargo… no me quejo.
Porque estaba pensando que así es la vida también.

Hay momentos en los que uno espera sol, claridad, certezas…
Y en cambio, llega la lluvia. Llega el frío. Llega ese invierno largo que parece no tener salida.

Pero el invierno también es parte de nosotros.
La lluvia, por muy insistente que sea, tiene algo de mágico. Ella no llega a arruinar los días, llega a limpiarlos. A veces, parece que lava incluso lo que duele. Yo siempre he creído que la lluvia tiene memoria… que recuerda lo que alguna vez se quebró y lo abraza con ternura.

Y mientras cae, todo parece volver a empezar.
Los árboles se llenan de gotas, las calles se hacen espejos, los techos cantan despacito y uno siente ese deseo de quedarse quieto… escuchando.

A veces no nos damos cuenta, pero mientras el mundo parece detenido por la lluvia, por dentro estamos creciendo.
Como la tierra.
Como las flores que aún no se asoman.

Estamos a punto de llegar a la mitad del año.
Y tal vez no todo ha salido como queríamos. Tal vez hubo más lluvia que sol. Tal vez te sentiste en un invierno sin promesas. Pero incluso así… incluso en medio de lo gris… sigues aquí.
Y eso ya es florecer.

Porque después de cada lluvia, por muy larga que sea, algo nuevo brota.
Una versión más dulce de ti.
Una esperanza que no sabías que estaba.
Una luz que aprendió a brillar incluso sin sol.

Así que si sientes que has vivido en invierno… no temas.
A veces el alma también necesita mojarse un poco para volver a florecer.

Entradas populares de este blog

LO QUE ME ENSEÑÓ EXTRAÑAR

LA MAGIA DE CREER EN LOS SUEÑOS Y LUCHAR POR ELLOS

BIENVENIDOS